En un pueblo había un campesino llamado Juan al que hacer dibujos. Un día, el campesino se acordó de una historia que contaba el padre Millán en misa que decía que San Cristóbal se echó al niñi Jesús a los hombros y le ayudó a cruzar el río sin problemas.
Entonces al campesino se le ocurrió dibujar esta anécdota en uno de sus lienzos. Al día siguiente el cuadro no estaba. No le dio mucha importancia puesto que no tenían valor y podía dibujar otro, pero, cuando a las dos semanas volvió a la iglesia, vió un tríptico con el mismo dibujo que él había hecho
Fué al rey y se lo dijo pero no le creyeron y el pobre campesino se quedó sin lienzo.
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